martes, 5 de junio de 2007

Mi música

Una de mis pasiones es la música. La buena música. Claro: todos llamamos así al tipo de música q nos gusta más, y en mi caso son principalmente 2 géneros con muchos intérpretes.

Mi primeros recuerdos van a 1984 ó 1985, cuando en nuestra casa vivía mi primo César, mayor q yo (yo era un escolar de primaria y él un universitario), y q traía a casa los discos 45 q conseguía. Eran la salsa de la época y también rock en inglés. Recuerdo q yo, niño aún, me molestaba de tener q escuchar esa música, y hasta peleábamos por eso. Cuando él ponía música en la radio a todo volumen en la sala yo la pasaba mal, pero hasta ahora no sé si era porque no me gustaba o si era una reacción de chibolo contreras. Hasta q llegó a casa el disco Lágrimas, salsa de Roberto Blades. Ésa sí me gustó y bastante.

Pasado ese primer descubrimiento llega la adolescencia en simultáneo con el apogeo del rock en español. ¡Qué época! Ciertamente, si hubiera yo sido más extrovertido y aventurero habría pasado muchas horas en conciertos o fiestas de la época, porque la música que llegaba de Argentina, España, etc., y la q se hacía en el Perú era realmente buena y me encantaba. Cómo olvidar a Enanitos Verdes, Los Abuelos de la Nada, G.I.T., Miguel Mateos y Zas, Virus, Miguel Ríos, los magistrales Soda Stereo, los inigualables Hombres G (capítulo aparte), Los Prisioneros, La Orquesta Mondragón, Río, Dudó, Jas, Trama, Arena Hash, etc.

Toda esta gente q hizo música extraordinaria vive en mi memoria con mucha fuerza y cariño, pero lamentablemente suenan poco en las emisoras locales. Sin embargo, hay 2 radios q hacen su esfuerzo por pasar esta músico. Por un lado la Ñ (100.1 FM) pone las más conocidas pero repite mucho y deja de lado a las q sonaron poco pero q igual dejaron huella. Y la otra emisora es Radio Bacán (
www.radiobacan.com, y 1130 AM). Ésta me parece superior a la Ñ, pero tiene la gran desventaja de q no está en la FM, pero igual los nostálgicos nos las arreglamos para escucharla.

Los 80s también estuvieron marcados por la admiración q me despertó una cantante estadounidense muy joven: Debbie Gibson. Sencillamente, me encantaba. Yo era su fan enamorado. La chica era (es) sólo 3 ó 4 años mayor q yo, y hacía una música bonita, con buenas letras, y con el plus de q eran compuestas y cantadas por ella, y también las bailaba. La chica tenía talento, y no era un típico producto fabricado. Era muy guapa, dicho sea de paso. Ahora la he encontrado en YouTube, y al escucharla cantando en vivo Lost in your eyes subiéndose al piano recordé esas épocas con los ojos mojados. ¡No te mueras nunca, Debbie!


Pasaron los 80s, y en los 90s nació en mí otra pasión: The Beatles. Pero éstas son ya palabras mayores.

No recuerdo bien cómo empezó la adicción. Llamémosla mejor: beatlemanía. Lo q recuerdo es q llegó a mis manos un cassette de ellos q me gustó bastante. Empecé a interesarme por ese grupo, y encontré más elementos interesantes: su historia, sus miembros con sus respectivas características y diferencias, las letras de sus canciones, su melodía, y la simplicidad y belleza de sus composiciones. En su primera etapa hacían música con sólo 2 guitarras, 1 bajo, y la batería. Pero los factores genialidad y talento hicieron la diferencia en ellos, pues con esos sencillos instrumentos interpretaban música q limita con la perfección. Y todo hecho por ellos. Alguna vez le preguntaron a John cuánto tiempo le dedicaban a ensayar, y él respondio q para qué, si ellos componían sus canciones, las grababan, y las tocaban en público no necesitaban ensayar. Cosas de genios.

Empecé a pedirle a mi mamá q me comprara uno por uno los cassettes originales de la banda. Recuerdo q costaban 5 soles (de los del primer gobierno de Alan), y ella los compraba en la tienda Scala Gigante q quedaba al costado del departamento de Lince en donde pasé mis primeros años. Y le pedí q me los comprara en orden, es decir: de acuerdo a como fueron lanzados originalmente los LPs 20 años atrás. Mi mamá me los iba comprando cuando se podía (no sobraba el dinero) y yo era feliz.

Recuerdo q un amigo del colegio me recomendó q para aprender las letras de las canciones me comprara los cancioneros Funky hits q vendían en los kioskos, y lo hice. Entonces empecé a comprender mejor las canciones, y cuando encontraba palabras desconocidas acudía al diccionario. Eso fue fundamental para q yo ahora pueda desenvolverme con tranquilidad en el idioma inglés. De los Fab Four aprendí mucho de la pronunciación y de la gramática inglesa, habilidad q es fundamental para un informático (y para todos en este mundo globalizado). Así me convertí en un mejor admirador de los Beatles. Me encantaba ver q no solo le cantaban al amor de pareja, como suele pasar en la música comercial, sino q le cantaban a familiares (Julia), a la vida personal (Help!, I'm so tired, I'm a loser), a la sociedad (Revolution), a la ciudad (Penny Lane), a hechos familiares (She's leaving home), etc. Y cuando se trataba de canciones "de pareja" no todo era "te quiero", sino q habían otros temas: no coquetees con otro (You can't do that), si empezamos prométeme esforzarte (If I fell), etc. y todo eso interpretado con una calidad espectacular. Yo desmenuzaba y desmenuzo en mi cerebro cada instrumento q interviene en las canciones, con lo q trato de acercarme mejor a la calidad musical de quien lo toca.

Los Cuatro Grandes de Liverpool dejaron, pues, una huella musical imborrable en mi vida. Son lo más grande q ha existido en la música. Les debo muchos grandes momentos. Yo era un niño pequeño cuando aquel desquiciado mató a John, pero cuando George falleció en 2001 realmente lo sentí, como si un amigo de la infancia se hubiera ido, y es que más o menos así fue. Podría escribir tanto de The Beatles ...



Una excelente interpretación de Yesterday, ¡con batería!


Continuaron los 90s y siguió la eufora. Por esa época la BBC lanzó la Antología y más material q los beatlemaníacos ya habíamos escuchado "caleta", como las grabaciones de los Fab Four en la BBC. Material q nos daba en la yema del gusto, y q a mí me significó más horas de disfrutar música incomparable (a pesar de ser sólo ensayos o grabaciones en vivo con mal sonido). Llegué a tener la colección completa en cassettes, y uno q otro CD; y repito: podría escribir tanto de The Beatles ...

Una noche salía yo de una reunión con unos amigos y subimos a un taxi. Todos iban conversando pero yo quedé mentalmente secuestrado por la canción q sonaba en la radio. Era una salsa en la q el cantante entonaba lo feliz q estaba por el nacimiento de su hijo. Las palabras q utilizaba y la melodía eran muy bonitas, y me llamó mucho la atención q un salsero le cante a algo tan sublime como la paternidad. Ése fue mi primer encuentro con quien se convertiría en un gran referente musical para mí en la salsa, y con una línea de vida muy interesante.

Días después le conté esa experiencia a un compañero de la oficina y él me reveló q lo q escuché se llamaba El nacimiento de Ramiro, parte del LP Maestra Vida, del panameño Rubén Blades. Me prestó un cassette viejo con música de él, y me gustó bastante. Luego me conseguí un CD con archivos MP3 de su música, y ya solo me quedaba aceptar q había nacido en mí otra pasión musical. Es q la música de Rubén es realmente fuera de serie. En cuanto a melodía, es un hábil compositor e innovador, ha hecho salsa sin vientos, cha cha chá, bolero, balada; y sus letras merecen todo un estudio. Hay sitios web q se especializan en eso, éste es uno.

¡Cómo no maravillarse con canciones tan bien hechas! La hija pituca q se va con un músico pobre (Ligia Elena), la arenga a defender la dignidad personal y la nacional (Prohibido olvidar), lo ineficaz q resulta escapar de los problemas con solo bulla (Juan Pachanga), el trabajo de los más pobres por sacar adelante a su familia (Pablo Pueblo), la hermosísima canción dedicada al recto amor de esposos (Puedo vivir del amor), el reconocimiento a la madre viuda q sufre (Cuentas del alma), los lazos irrompibles de la familia (Amor y control), las enseñanzas de la vida cotidiana (Vida), el llamado a dejar las apariencias para fijarse en lo esencial y a trabajar para progresar (Plástico), y su obra maestra: los 2 LPs de Maestra Vida, en los q cuenta (mejor dicho: canta) la historia de una familia latinoamericana de los 70s, desde q papá y mamá se conocen y enamoran, hasta q ambos mueren ancianos. Si alguien quiere saber de música y de barrio tiene de todas maneras q escuchar Maestra Vida. Y ya ni menciono al archiconocido Pedro Navaja.

El pensamiento de Rubén es muy lúcido y netamente positivo. Invita a amar a América Latina, a la familia, al barrio, a la honradez. Resalta q el cambio q debe darse en Latinoamérica no debe ser violento sino a base de estudio y trabajo. El solo hecho de saber q su música es fruto de su pensamiento (es decir: un músico q piensa) me hace admirarlo, pero más aun cuando comprendo q su razonar es muy sensato. Deberían haber más músicos como él.

El 2003 Rubén vino a dar un único concierto en Lima, luego de 17 años. Al confirmar la veracidad de la noticia me emocioné bastante, por 2 motivos: uno, q era una gran oportunidad de estar cerca de tan gran músico, y dos, q yo no iba a un concierto desde 1987. Así q con 2 compañeros del trabajo nos pusimos de acuerdo, averiguamos el costo de las entradas, y las compramos. Yo, recontra emocionado.

Llegó el día, y no sabría cómo relatarlo. Puedo decir q fue grandioso. Rubén estuvo precedido de otros 3 grandes músicos, q en total cantaron algo de 3 horas. Alrededor de las 23.30 empezó el concierto de él, con su orquesta Editus ensamble, y simplemente parecía q el tiempo se detuvo. Como si nada cantó por 3 horas y media, sin intermedios, demostrando por qué es quien es. El concierto estuvo espectacular, y me generó un recuerdo invaluable. Yo tengo mi entrada bien guardada en mi casa.

También podría escribir bastante de Rubén. Si alguien lo ve, dígale q regrese pronto a Lima.


Rubén cantando en vivo Juan Pachanga

Ya recientemente han aparecido otros grupos o cantantes q me gustan. La Oreja de Van Gogh, con la encantadora Amaia Montero, me gusta bastante. Ya escribiré algún día sobre ellos. Recuerdo q vinieron a Lima el año pasado y yo iba a ir a su concierto en el estadio Monumental (muy cerca de mi casa) pero por responsabilidades familiares desistí. Ya volverán y me sacaré el clavo. A este grupo lo conocí accidentalmente, haciendo zapping una noche encontré su presentación en Viña del Mar, y me impactó la calidad de la música y la sencillez de la cantante, sin ropas llamativas ni poses de diva, sino como una persona normal, y se metió al público (y a este servidor) en el bolsillo.



LOdVG en Viña del Mar 2005. Noten la sencillez de Amaia.

En fin ... la música es hermosa. Puede elevar el espíritu cuando es bien ejecutada y guarda armonía y respeto en la melodía y en la letra, pero puede también convertirse en un elemento de fuga de la realidad si se le dedica más atención q la necesaria. Hay q guardar un sano equilibrio.

Me olvidaba: he hablado de lo q me gusta, pero no he mencionado lo q no me gusta. Para ser breve: odio el reggaeton. Su esencia y su forma me parecen malos, y hasta ofensivos. Mucha gente discrepará conmigo, pero ni modo.

Es todo (por ahora).