sábado, 17 de noviembre de 2012

Cómo vestirnos los laicos para la Santa Misa


Es bien sabido que las formas externas de las personas expresan sus características interiores; aquéllas se ven, éstas no. Si mi interior está desordenado lo más probable es que mi apariencia exterior lo refleje: poca higiene, rostro desaliñado, ropa descuidada. Pero si estoy bien por dentro me será lo más natural estar limpio, bien vestido y con buen semblante. Y es que, lo queramos o no, siempre evidenciamos de alguna manera lo que tenemos dentro. Y un elemento que utilizamos para mostrar nuestro interior es la vestimenta. Con la ropa que escogemos usar podemos mostrar respeto ante una realidad externa a nosotros (una persona, una fecha, un evento, etc.). Con la vestimenta que llevamos mostramos qué tanto nos hemos preparado para una de esas realidades y qué tanto nos interesan o nos generan respeto.

Con el tiempo cada sociedad ha construido los protocolos que dicen qué vestimenta es correcta para cada situación. Nos ha quedado claro que para una entrevista de trabajo la vestimenta elegante es obligatoria, lo mismo que para una boda, una reunión con alguna alta autoridad o para las funciones de ópera. Mostramos mucho respeto ante un difunto y sus deudos yendo a un funeral con ropa elegante. Si vamos a una fiesta lo que buscamos es sentirnos cómodos con la ropa; para el deporte se hicieron las zapatillas, las camisetas, los pantalones cortos. El bombero usa ropa especial en su trabajo, lo mismo que el médico. El personal militar tiene un uniforme para las prácticas, otro para almorzar, otro para salir del cuartel, porque cada situación es distinta y merece un respeto distinto, hay disciplina de por medio, es lo correcto. Ridículo el anciano que se viste como adolescente o la muchacha que se arregla como abuela. Cada situación tiene una vestimenta adecuada para ella, con la que mostramos nuestro mundo interior y el respeto que nos genera esa situación.

Los católicos sabemos que en cada partícula de pan y en cada gota de vino consagrados por el sacerdote están el sacratísimo Cuerpo y la bendita Sangre del Señor Jesús. Durante 2000 años la Eucaristía ha sido, es y será lo más sagrado que podemos tener en esta vida. Inmenso, imposible de consolidar, es todo lo que los santos (Romanos Pontífices, obispos, sacerdotes, cardenales, religiosos, monjas, Padres y Doctores de la Iglesia, laicos, etc.) han escrito sobre la grandiosidad de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Dios hecho pan y vino, anticipo de las realidades eternas, fuente y cumbre de la vida eclesial, el Cordero que quita el pecado. ¡Sea por siempre bendito y alabado mi Jesús sacramentado! El corazón humano no deja de agradecerle a Dios Amor tan excelso regalo.

Ante tan inmerecida grandeza que Dios le ha dejado a su Iglesia, sus integrantes buscamos ser siempre dignos de ella. Bien sabemos que desde los inicios del cristianismo la Iglesia, en palabras del apóstol San Pablo, exhorta a estar bien preparados para recibir la Comunión Eucarística; quien comulga el Cuerpo y Sangre estando en pecado come su propia condenación. Hay que tener la actitud interior (de fe, esperanza y amor inacabable) y un estilo de vida que nos permitan acceder al sacramento. Y en lo externo también buscamos estar a la altura. El sacerdote usa ropas especiales, sagradas, para celebrar la misa y para exponer el Santísimo Sacramento. Los ritos son muy hermosos y los objetos que se usan en la misa y en la adoración eucarística son muy prolijamente preparados y cuidados. Porque la Eucaristía nos genera el mayor de los respetos, nos conmueve, nos dobla las rodillas.

¿Por qué, entonces, la mayoría de las veces nuestro vestir en la sagrada misa no expresa el respeto que le tenemos a Jesús Eucaristía? Ante tan excelsa presencia deberíamos prepararnos interior y exteriormente. Nuestra apariencia externa debe estar a la altura (en lo posible, pues somos enanos ante la gigantez de Dios) de la experiencia que celebramos: la misa. Pienso que los católicos debemos ser especialmente cuidadosos de la forma como nos aseamos y vestimos para ir a misa. Vestirnos bien para ir al sacrificio del altar es vestirnos para Dios, y debe expresar el amor que le tenemos (sobre todas las cosas y personas) y el respeto que nos genera. Y no estoy pensando en los católicos “de domingo” (aquellos que no tienen aún mucho interés verdadero por una vida cristiana coherente, radical, hasta la santidad); pienso, por el contrario, en los católicos “practicantes”, los que tenemos las cosas más claras, los que llevamos buen tiempo queriendo ser santos. Hay entre nosotros, hombres y mujeres, el hábito de ir a misa mal vestidos. Hacemos un esfuerzo en la vestimenta en matrimonios, en misas celebradas por obispos u otras ocasiones especiales, pero a la misa dominical usualmente vamos como si fuéramos a un parque u otro ambiente lúdico.

Se ha metido entre nosotros un criterio que dice: “hay que ser connaturales con las personas que nos ven, no hay que parecer exagerados”. Y así terminamos yendo a la misa en jean (casi siempre desteñido), zapatillas o sandalias, camiseta, etc. Y en verano inclusive utilizamos pantalones cortos. Hombres y mujeres vamos gritándole con nuestra ropa a los demás que Jesús Eucaristía nos despierta tanto amor que nos vestimos así para Él. Parece que nos preocupa más agradarle al mundo (“hay que ser connaturales”) que agradarle a Dios. Sí, a Él le gustan los corazones puros y las obras de caridad, pero quien vive esto también se preocupa de vestirse bien para Dios, para sí mismo y para los demás. Parece que nuestra comodidad está por encima del sentido común y del respeto que merecen Dios y todo lo sagrado. Ciertamente el hábito no hace al monje, pero lo identifica y evidencia disciplina.

Defiendo que a celebrar el Banquete Pascual debemos ir con la vestimenta adecuada. Y los varones podemos mostrar respeto usando camisa, pantalón de tela y zapatos (no zapatillas ni sandalias), todo de colores sobrios. Lo mismo en invierno que en verano. Y las damas, pues creo que los pantalones (o similares) apretados no encajan en el concepto de sobriedad y recato. Que Dios y los demás vean que nos hemos preparado interior y exteriormente para la misa; así se evangeliza mejor que siendo “connatural”. El mundo requiere gente que le hable de Dios, gente que muestre respeto interior y exterior a lo divino, pero si esa gente (nosotros, los cristianos) no está a la altura ni por dentro ni por fuera pues la semilla no será bien sembrada. Y si alguien se va a alejar de la Iglesia porque nos ve bien vestidos para la misa pues no está preparado para entender lo que es la Fe, quizás quiere un Evangelio que se adapte a él y no al revés. Vistiéndonos bien seremos buen ejemplo para los hermanos en la Fe y evangelizaremos mejor.

También debemos cuidarnos del "formalismo" que nos lleva a preocuparnos excesivamente de las formas externas descuidando el interior. Que Dios nos libre también de esto. Y que nos libre también de corregir sin caridad a quienes no llevan las formas exteriores adecuadas; solo Dios conoce las razones que explican cada conducta. Puede haber razones impuras o también ignorancia, pobreza material, un imprevisto, un mal momento anímico o espiritual, etc. Si hay que corregir que sea sin fariseísmos.

Exhorto, entonces, a todos los católicos a que usemos siempre la ropa apropiada para cada situación y que a misa vayamos muy bien vestidos, con respeto y decoro, como lo harían Santa María y San José. No pongamos excusas, exijámonos.

jueves, 7 de junio de 2012

The Beatles remasterizados

Para los no beatlemaníacos esto debe sonar un poco a japonés o mandarín, pero mis colegas de "vicio" me entienden.


Anoche tuve por fin la oportunidad de escuchar un CD remasterizado de The Beatles. Es el primero que he podido escuchar pues es el primero de la colección de remasterizados que estoy comprando.


Venía postergando desde hace 2 años y medio la compra de la colección hasta que por fin se concretó. Estoy comprando el Box Set Mono en USA y los 4 CDs stereo que ahí no están incluidos los estoy comprando en Lima. Hay mucha expectativa por saber si de verdad la remasterización había generado un sonido nuevo en el catálogo de los Fab4. Dediqué buen tiempo a leer muchas opiniones sobre el nuevo sonido y eso me hacía comer más ansias.


Hasta que anoche escuché en mi sala, en el equipito de sonido que me acompaña desde hace más de 10 años, el "Abbey Road" remasterizado. Mi conclusión: im-pre-sio-nan-te. Realmente parece otra banda u otra grabación. Los ingenieros de sonido encabezados por George Martin han logrado un resultado buenísimo.


Los de mi generación crecimos admirando y escuchando a la mejor banda en versión CD, que, recientemente llegada (1987) reemplazó a los vinilos originales. Yo los conocí en cassette, pues mi mamá me compraba uno de vez en cuando en mi adolescencia. Luego salieron los CDs y era el salto obligado, lo lógico era tener el catálogo completo en el nuevo formato CD que prometía un nuevo sonido más limpio. Y en la práctica la diferencia entre mis cassettes (originales, por supuesto) y los CDs era mínima, solo se corrigió el siseo propio de las cintas e inexistente en cualquier CD, pero fuera de ello todo igual.


Cuando en 2009 se lanza el catálogo completo remasterizado la duda de todos los beatlemaníacos era la misma de 1987: ¿habrán mejorado el sonido? Y la respuesta, según mis oídos es un rotundo Sí.


Después de escuchar el "Abbey Road" y algo del "Yellow Submarine" me quedó una sensación de gratitud para con los responsables del proyecto. El audio es más nítido, le han dado más volumen a los bajos (Paul era y es buenísimo tocando el bajo, instrumento poco apreciado), la batería de Ringo suena más potente, las voces más claras, algunos errores corregidos, y en general todo suena mejor. Hay sonidos que me parecían nuevos en canciones que he escuchado muchísimas veces. El resultado es, como lo vengo diciendo, buenísimo, altamente recomendable. No en vano el proyecto fue aprobado en sus inicios y al final por Paul, Ringo y por las dos viudas.


Nuevo motivo para seguir admirando a The Beatles, renovados, recargados. Son realmente buenos, son grandes. Yo les tengo una admiración musical difícil de expresar; tienen demasiado talento.


Y todo esto luego de escuchar solo un CD. Estoy esperando que me llegue el Box Set que, además de ser remasterizado es versión mono, no stereo. Los Beatles grabaron en mono y así suenan mejor.


¡Beatles forever!